Consecuencias de postergar tus tareas y responsabilidades

Steve Jobs expuso en su famoso discurso de Stanford que, cuando las tareas diarias se han convertido en una rutina y dejan de ser un reto durante varios días y meses seguidos, es que algo no funciona.

Si repetimos a diario las mismas tareas en modo rutina y nos estamos alejando de nuestras principales metas, sin afrontar los grandes retos y tareas personales y profesionales, estaremos “procrastinando” y puede convertirse en un hábito negativo.

La siguiente historia refleja con toda sencillez, las consecuencias de postergar.

LOS DOS MONJES (Historia Zen adaptada)

By Paulo Coelho

Había una vez dos monjes zen que caminaban por el bosque de regreso al monasterio. Cuando llegaron al río, vieron a una mujer que lloraba cerca de la orilla. Era joven y atractiva.

¿Qué te sucede? le preguntó el más anciano.

Mi madre se muere. Está sola en casa, al otro lado del río, y yo no puedo cruzar. Lo intenté -siguió la joven-, pero la corriente me arrastra y no podré llegar nunca al otro lado sin ayuda… Pensé que no la volvería a ver con vida. Pero… ahora que estáis aquí, quizás podríais ayudarme a cruzar.

Ojalá pudiéramos ayudarte, -contestó el más joven- pero la única forma sería cargarte encima de uno de nosotros, y debido a nuestros votos de castidad no podemos tener contacto alguno con una mujer.

¡Ojalá pudierais!…, y la mujer se puso a llorar.

Entonces, el monje más viejo se acercó a la mujer, se arrodilló y le dijo: “Sube”.

La mujer se subió a los hombros del monje, y poco a poco fueron atravesando el río, detrás a cierta distancia seguía el monje más joven.

Cuando llegaron a la otra orilla la mujer se inclinó para besarle las manos, pero el monje más viejo las retiró, y le urgió a partir.

Los dos monjes continuaron su marcha hacia el monasterio sin mediar palabra, aún les quedaban ocho horas de camino.

Cuando se encontraban cerca del monasterio, el monje joven preguntó al anciano: “Maestro, tú conoces nuestra obligación de no establecer contacto alguno con el sexo opuesto, y sin embargo cargasteis con la mujer a través del río, de una orilla a la otra”.

Yo la llevé a través del río, es cierto. Pero, ¿qué te pasa a ti que todavía la cargas sobre tus hombros?

“No hay nada más cansado que una tarea no terminada”

William James

Ocurre a menudo que al postergar tus tareas y/o responsabilidades, en un primer instante, te sientes aliviado al sentirte más ligero por soltar lastre, pero el peso de la carga emocional sigue en tu interior.

Si en tu rutina diaria vas acumulando muchas tareas y/o responsabilidades sin finalizar, cuando llegue el final del día, notarás como “pesan mucho” hasta el punto que emocionalmente “te agotan”, aunque no hayas trabajado nada con ellas.

Consecuencias: Postergar es un hábito perjudicial que tiene el poder de frenar e incluso anular la capacidad de alcanzar metas, no actúas con respecto a lo que debes hacer, y al mismo tiempo tienes la sensación de perder energía.

“Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo: incluso aquel que no tiene otra cosa cuenta con eso”.

Baltasar Gracián

Quizás para ti no pase nada si postergas, pero en realidad si pasa, pasa el tiempo, tu mejor regalo.

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