¿Le sacas provecho a tu pausa café en el trabajo?

Saber desconectar en la Empresa

¿De cuánto tiempo dispones para ti, sin interrupciones?

¿Consigues desconectar cuando lo necesitas?

¿Tu empresa facilita las desconexiones?

Me comentaba el mando intermedio de una empresa que era raro el día que salían a su hora de la oficina, las pausas en el trabajo consisten en ir a la máquina del café y volver para tomárselo en el puesto de trabajo, ya que la empresa considera una pérdida de tiempo hablar entre compañeros a no ser que sea por razones estrictas de trabajo. Además nos llevamos trabajo a casa, algún día que otro incluidos fines de semana. Pero eso, si, después del trabajo el jefe quiere que vayamos a tomarnos una cerveza con él, tres veces a la semana.

Lo que el gerente de esa empresa parece desconocer es que una gran parte de la plantilla está quemada y se encuentran en búsqueda activa de empleo, de ahí mi conversación con ese mando intermedio.

La pausa café es muy útil para liberar tensiones. Al ser  un momento informal y espontáneo, ayuda a fomentar las relaciones entre compañeros y además se pueden comentar casos complejos, compartir inquietudes y situaciones derivadas de problemas que se han visto obligados a resolver.

El clima social que se genera en torno a una taza de café puede ser bueno para fomentar la creatividad y las relaciones humanas en el entorno laboral.

Curiosamente vivimos en una época en la que los profesionales alardeamos de estar todo el tiempo conectados y para ello tenemos a nuestra disposición la inestimable ayuda de teléfono fijo, móvil, ordenador de sobremesa, portátil y tablet. La pantalla del ordenador con todos los vínculos a las redes y correos minimizados, para no perderse ni una y en medio de todo nuestro inseparable teléfono smart con todo supermegaconectado.

La incongruencia que produce la conexión total es que estamos cada vez más aislados, ya que no estamos en el aquí y ahora.

Estamos, tan centrados y necesitados de relatar y detallar a otros lo que hacemos, tan pendientes de saber qué se está cociendo ahí fuera, que no somos del todo conscientes de lo que ocurre aquí y ahora. La  tecnología nos da mucho, pero también puede quitarnos en la misma proporción si no la tratamos como lo que realmente es, una herramienta de ayuda.

En el aspecto profesional tenemos más dificultades para centrarnos en una sola tarea y terminarla de una sola vez, sin interrupciones o desvíos hacia nuestro objetivo. En el aspecto personal el coste es mayor ya que solemos perdernos cosas que no ocurren a menudo y como oportunidades que son, no siempre suelen volver.

En el caso de necesitar sacar más provecho a tus momentos productivos, debes primero saber sacar provecho a tus momentos de desconexión en el trabajo.

Para sacar provecho a las desconexiones en el trabajo podemos seguir unas simples pautas:

  • Una sola “pausa café” de entre 15 y 20 minutos.
  • Varias micro pausas de entre dos a tres minutos. Estas micro pausas suelen realizarse después de trabajar durante una o dos horas seguidas con un tema concreto.

¿Qué podemos hacer durante las micro pausas para que sean efectivas?

  • Realizar una micro pausa después de una actividad prolongada con un solo bloque de trabajo.
  • Levantarnos y alejarnos de nuestro puesto de trabajo.
  • Beber agua.
  • Realizar algún tipo de estiramiento.
  • Ir al baño, refrescarnos las manos y las muñecas con agua fría.

Los espacios físicos  de desconexión, esos momentos del día donde sólo estés tú, sin tecnología ni redes ni comprobaciones ni actualizaciones. Tú y la única compañía  de un objetivo,  o personas a las que escuchar, con las que compartir, face to face, en directo con otros compañeros y por qué no: con tus propios pensamientos.

“El descanso pertenece al trabajo como los párpados a los ojos”

Rabindranath Tagore

¿Sigues algún modelo de pauta cada día para ordenar tus ideas y pensamientos? ¿Le sacas provecho a tu pausa café?

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